Concepción Béistegui

Miembro de una familia distinguida, dispuso en su testamento: “Yo María Concepción Máxima Béistegui y García, católica por gracia de Dios y doncella por su benevolencia, teniendo sólo parientes ricos que no requieren de mi pecunio, lego mi alma a Dios y mis bienes a los pobres.”[1]​ Falleció el 18 de febrero de 1870.

A los pocos días, se abrió su testamento.

En su cláusula 13.ª dispuso que se fundara un hospital, a lo que atendieron sus albaceas “Luciana Béistegui, Juan Rodríguez de San Miguel, Mariano Yáñez y Francisco Azurmendi.”[2]​ Así, el hospital Concepción Béistegui abrió sus puertas en un inmueble que su propietaria le dejó: el edificio adjunto del ex convento Regina, fundado en el último tercio del siglo XVI por monjas concepcionistas, en el centro de la Ciudad de México.

Las adaptaciones y mejoras costaron “217,111.58 pesos oro.” Su primer director fue el famoso doctor Joaquín Vértiz Berruecos, quien permaneció 42 años en su cargo.

[4]​ En la actualidad es la Fundación para Ancianos Concepción Béistegui I.A.P.