[2] El escritor cuenta que se enamoró de ella al verla, y su enamoramiento le hizo dudar de una primeriza vocación religiosa, que finalmente abandonó.
El matrimonio duró cuarenta y tres años, hasta la muerte de ella.
[2] Compuso para ella varias obras, entre ellas las primeras poesías de amor y un poema en 1912.
[2] Fue retratada varias veces por Unamuno, que era muy aficionado al dibujo, en escenas domésticas y familiares, cosiendo, etc.[9] Hay numerosas referencias afectivas a Lizárraga en los escritos, cartas e incluso en la obra novelística de Unamuno a través de sus personajes.
[10] La personalidad de Lizárraga guarda muchas similitudes con las mujeres creadas por el escritor, cuyo ánimo era la maternidad,[10] y al mismo tiempo eran de carácter fuerte, subrayándose su “sororidad” frente a la fraternidad.