Concierto para piano y orquesta con coro masculino (Busoni)

La referencia más cercana conseguida fue una monumental obra con un coro en el quinto movimiento y gran dificultad técnica para el solista, con pasajes muy complejos que Busoni escribió desde su sentimiento como pianista, uno de los mejores de su época.

[1]​ El piano se integra con habilidad con la orquesta y su estilo vistuosístico revela la influencia de Franz Liszt.

Ya Busoni se había saltado la norma cuando, con doce años, compuso un concierto para piano y cuerdas con cuatro movimientos.

El tercer movimiento es el más largo, una meditación y exploración en cuatro partes en tonalidad de Re bemol mayor, que tiene su clímax central, una vez más, en un desafiante y brillante marcado pianístico, tanto para el piano como para la orquesta.

El quinto y último movimiento, con coro masculino que canta los versos en alemán de la escena final del Aladdin de Oehlenschläger, con características más postrománticas, trae muchos temas que se han escuchado anteriormente.

Ferruccio Busoni en 1905.