Concierto para violín (Schumann)

Permaneció durante mucho tiempo en el olvido hasta que en 1937 se publicó y estrenó póstumamente.

Previamente había terminado otra obra para Joachim, la Fantasía en do mayor, Op.

Aunque Joachim interpretó en público la Fantasía en do mayor, nunca llegó a hacer lo mismo con el Concierto para violín.

Tras la muerte de Schumann en 1856, Joachim expresó a su viuda Clara su descontento por los "espantosos pasajes para violín".

La obra se mantuvo en secreto durante todo el resto del siglo XIX.

Georg Kulenkampff había trabajado en la partitura con cierto detalle para hacerla ejecutable, junto con Georg Schünemann y Paul Hindemith, quien preparó la reducción para violín y piano, a pesar de que sus propias obras estaban prohibidas en Alemania.

Lo que durante décadas se había considerado un fracaso, ahora, por razones políticas, se anunciaba como una obra maestra, incluso como sustituto del popular Concierto para violín de Mendelssohn, ya que su interpretación estaba prohibida debido a las raíces judías del compositor.

Robert Elkin comenta lo siguiente sobre dicha interpretación:[6]​ El concierto se fue haciendo poco a poco un hueco en el repertorio concertístico y ahora está reconocido como una obra relevante del compositor.

La partitura está escrita para violín solista y una orquesta formada por 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes en si bemol, 2 fagotes, 2 trompas en fa, 2 trompetas en si bemol, timbales y sección de cuerdas.

Cuando finalmente aparece la parte solista, lo hace con el primer tema, sin florituras introductorias y en la dominante.

La sección central de desarrollo no es una "elaboración" en el sentido beethoveniano, sino una transformación del material temático, cuya repetitividad Joachim encontraba inquietante.

El segundo movimiento, marcado como Langsam que es "Lento", está escrito en si bemol mayor y en compás de 4/4.

Al recapitular este tema, el maestro lo hace una tercera por debajo y en modo menor, lo que le confiere aún mayor emotividad.

Resulta sorprendente que Schumann no eligiera recordar la melodía del solista, ya que tenía la costumbre de aparecer en otros lugares: se parece a la línea vocal inicial de Frühlings Ankunft, Op.

El tercer y último movimiento, lleva la indicación Lebhaft, doch nicht schnell que significa "Animado, pero no rápido", está escrito en la tonalidad paralela de re mayor y el ritmo pasa a ser ternario con un 3/4.

Robert Schumann en 1850.
Joseph Joachim retratado por Kühnel.
Yehudi Menuhin retratado por Annemarie Heinrich en 1941.