Concilio de Roma (964)

En junio del año 964 León VIII convocó un concilio no reconocido en el que depuso a Benito V, que había sido elegido después de la muerte de Juan XII, quien fue asesinado de noche fuera de Roma.

En este Concilio se echó Benito a los pies de León VIII, gritando que había pecado y que era usurpador de la Santa Sede.

Se le dejó en el orden de diácono, enviándole a destierro.

En este Concilio estaban unidos el poder temporal y el espiritual.

Diccionario portátil de los conciios, Pons-Augustin Alletz, 1782