Concilios de Dijon

Hugo de Die, legado de la Santa Sede, congregó el año 1075 un concilio en Dijon contra los Simoniacos, así como lo refiere Hugo de Flaviñi, en la crónica que publicó el padre Labbe, tom.

Este príncipe la había repudiado y se había casado con Maria Inés, hija de Bertoldo duque de Merania.

El papa Celestino III en fuerza de las quejas del rey Canuto, hermano de la primera, sometió el año 1196 la comisión a dos legados para que conociesen de este hecho.

Este entredicho duró siete meses y durante este tiempo solicitó el rey de Francia tanto a dicho papa Inocencio, que ordenó éste a Octaviano uno de los legados que lo levantase con la condición de que Felipe volviese otra vez con Issembura y que en 6 meses, 6 semanas, 6 días y 6 horas, haría evacuar la causa del divorcio.

La asamblea se tuvo en Soissons.Pero antes de que se concluyese, volvió a tomar el rey a esta princesa y la reconoció por su mujer.