El condado de Saldaña, junto con el marquesado de Santillana, ha sido llevado por todos los herederos del ducado del Infantado, y también después ya duques, hasta que lo cedían a su presunto heredero, tradición que duró casi cuatrocientos años, hasta que el xv duque, Mariano Téllez-Girón y Beaufort Spontin, xviii conde de Saldaña murió ostentándolo, ya que no tenía hijos y la sucesión presentaba dificultades, como así fue, repartiéndose sus numerosos títulos entre sus familiares.
Hacia la segunda mitad del siglo IX el entonces Rey de Asturias, Alfonso III, continuó con la actividad repobladora que había iniciado su predecesor Ordoño I, realizando la de la parte nororiental del reino.
Según documentos musulmanes de la época el condado pertenecía a la familia de los Beni Gómez, cuyo primer conde documentado es Diego Muñoz.
Posteriormente Juan II se reconcilió con el Conde de Castro y le devolvió los bienes confiscados.
A estas escrituras les siguieron otras ratificando el cambio.