Su silueta destaca sobre un fondo que representa un paisaje italiano con pinos y colinas a lo lejos, dominado por un cielo tormentoso.
[2] El modelo está representado de tres cuartos hacia la izquierda, vestido con una chaqueta negra cubierta por una capa del mismo color y forro rojo
Es en el marco de esta competencia entre ambos artistas que el retrato del conde Gouriev fue ordenado.
El noble ruso había encargado al mismo tiempo el retrato de su esposa Marina Gourieva Narychkina a Fabre.
[6] Sin embargo el retrato de la condesa por Fabre fue rechazado por el comitente, pues la composición rígida y congelada no le satisfizo.