La tercera internacional, controlada por el partido comunista ruso, promovió la creación de una sección latinoamericana de la internacional comunista.
En esta conferencia se expondrían las tensiones entre distintas interpretaciones sobre cual debía ser el curso del comunismo en Latinoamérica, esto implicó debates sobre la aplicación del marxismo-leninismo en América Latina.
Esta conferencia comunista latinoamericana daría lugar a un Buro Sudamericano que existiría hasta 1943, cuando se suspende el funcionamiento de la Internernacional Comunista, pero cuando esta fue reactivada ya no se reactivó la sección sudamericana.
Antes de 1929 la Komintern enviaba delegados a los países latinoamericanos teniendo contacto directo con ellos y no existiendo un espacio de reunión entre los distintos países comunistas.
Los primeros contactos fueron con el Partido Comunista de la Argentina y el del uruguayo.