Conferencia Episcopal Puertorriqueña

La Conferencia Episcopal Puertorriqueña es una institución católica[1]​ de carácter permanente que de acuerdo al Concilio Vaticano II,[2]​ asocia a los Obispos de Puerto Rico para establecer directrices de gobierno pastoral de acuerdo con lo que pide la Iglesia Católica.

Comprende todas las Arquidiócesis y Diócesis de Puerto Rico.

La Conferencia Episcopal de Puerto Rico comprende a los Obispos de todas las Iglesias particulares de una misma nación bajo el gobierno de las siguientes Diócesis.

Todo Obispo diocesano que haya cumplido setenta y cinco años de edad debe presentar la renuncia de su oficio al sumo pontífice, el mismo tendrá en cuenta si la acepta o no, otra manera de ser emérito es por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñar el gobierno de la Diócesis.

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