En esta conferencia, las tres potencias occidentales consideraron que el gobierno de la República Federal era “el único gobierno alemán formado libre y legalmente y, por tanto, autorizado a hablar en nombre de Alemania como representante del pueblo alemán en los asuntos internacionales”.
La medida sólo era concebible en el marco de todas las potencias interesadas y una organización supranacional.
Para ello se crearon previamente tres grupos de trabajo en París (OTAN), Londres (Pacto de Bruselas) y Bonn (Tratado General).
Las posiciones del gobierno francés, que en ocasiones contradecían los objetivos negociadores de Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania Occidental, endurecieron los frentes.
Al mismo tiempo, se derogó el estatuto de ocupación y la República Federal recibió su soberanía.