Otro aspecto interesante del diseño urbanístico es el sistema de plazas conectadas en ángulo que desarrollan una secuencia y ponen en valor las calidades ambientales y estéticas del conjunto.
En primer lugar está la plaza de la Iglesia, que es la que preside la fachada principal del complejo palacio-iglesia, la cual está tratada como jardín que se distribuye en torno a la llamada «fuente de los Tritones», de sencillo y gracioso diseño.
A ella se abren por sus lados este y norte la llamada Casa de Oficios, por el oeste, la fachada trasera del palacio y por el sur la vaquería o antigua lonja.
Cabe destacar el importante complejo de bodegas que se desarrolla debajo del mismo en dirección norte con un giro posterior en dirección noroeste para atravesar la calle Jardines, donde se prolonga hasta llegar al edificio del pajar donde tiene su salida, existe otro ramal que partiendo del que pasa por la calle Jardines toma la dirección este para salir por el lado norte de la plaza de las Fiestas.
En cuanto a las viviendas para la población obrera se basan sobre todo en aspectos de racionalidad y utilidad pero en absoluto rompen la visión armónica de la villa.