Las primeras noticias históricas del territorio de Salas datan del siglo IX, pero no será hasta el siglo XII cuando la política repobladora de Alfonso IX y Fernando III dote a Salas de una Carta Puebla.
Salas, al igual que otras poblaciones medievales, tuvo originariamente una función militar y religiosa que pronto se trocó en una función comercial favorecida por la ruta de peregrinación.
El comercio, la hospedería y la industria son los factores que históricamente condicionan la economía de Salas.
En el siglo XVIII el caserío se extiende hacia el Norte, con la construcción de viviendas de una o dos plantas, apaisadas con elementos populares, como balcones y galerías acristaladas, etcétera.
Durante el presente siglo la urbanización se hará extensiva a calles y plaza eliminando elementos rurales como hórreos y paneras, de los que aún se conservan algunos ejemplares.