Conmutación (redes de comunicación)

La conmutación, también conocida como encaminamiento, es un mecanismo esencial en las redes de comunicaciones que permite la entrega de datos cuando el origen y el destino no están directamente conectados.

En las redes conectadas que incluyen dispositivos de interconexión, estos elementos desempeñan un papel fundamental.

Este método era el usado por los pedidos telegráficos, siendo el más antiguo que existe.

Esto es lo que se llama funcionamiento "almacenar y reenviar" (store and forward).

El emisor divide los mensajes a enviar en un número arbitrario de paquetes del mismo tamaño, donde adjunta una cabecera y la dirección origen y destino así como datos de control que luego serán transmitidos por diferentes medios de conexión entre nodos temporales hasta llegar a su destino.

Baja latencia: La transmisión de celdas permite un procesamiento rápido y, debido a que las celdas son pequeñas y fáciles de manejar, el tiempo que tarda cada unidad de información en llegar a su destino es reducido, lo que minimiza la latencia.

Flexibilidad: La conmutación de celdas no requiere que se establezca previamente una conexión fija entre el origen y el destino.

Las celdas pueden ser enviadas por rutas diferentes a través de la red, lo que mejora la flexibilidad y la capacidad de adaptación a cambios o fallos en la red.

Escalabilidad: Al utilizar celdas de tamaño fijo, la red puede manejar fácilmente grandes volúmenes de datos sin que se vea afectada la velocidad o el rendimiento.