[1] La asamblea acordó que la alfabetización en la lengua materna era el mejor método para castellanizar posteriormente a la población indígena.
[2] Sin embargo, para realizar esta labor se requería profundizar en los estudios de las lenguas indígenas en el país y formar a investigadores en lingüística, así como maestros nativos.
La asamblea acordó en crear el Consejo de Lenguas Indígenas para cumplir esta tarea, y nombró como director al lingüista Morris Swadesh.
El consejo elaboró el plan para cuatro lenguas: náhuatl, otomí, maya y purépecha.
El consejo también recomendó alfabetos científicos para las lenguas indígenas sin tradición literaria, con el principio de un fonema, un signo.