China señala con confianza, firmeza, y franqueza, que el respeto mutuo es la base de sus relaciones exteriores.
Esto permite a China tener una ventaja comparativa decisiva, respecto de ofrecimientos occidentales en cuestiones similares.
Al igual que los occidentales lo han hecho y lo hacen aún, establecer lazos estrechos con las élites locales es un factor clave para el éxito de los negocios chinos.
[16][23] Estos lazos o vínculos permiten ser informados de las mejores oportunidades que se pueden obtener, particularmente cuando una administración reemplaza a otra, pues entonces, los nuevos dirigentes «rápidamente presentan nuevos proyectos (a veces con recursos financieros del propio Estado), para así poder exhibir actividad e ideas, y las más de las veces, en lo personal para así obtener buenas comisiones [en francés: pots de vin; en español: coimas]».
[24] Y en Angola, país debilitado por varias décadas de guerra, que hoy día es conocido por su corrupción institucional,[25] China propuso un préstamo a bajo costo (1,5 % anual), reembolsable en petróleo.
[26] Obviamente, para las élites angolesas, ese préstamo era una gran ventaja que podían exhibir frente a los organismos internacionales y otras fuentes de financiamiento, e incluso frente a su propio pueblo, pero claro, nada se decía sobre que los chinos no insistirían ni sobre la transparencia de las decisiones ni sobre la buena gobernanza.