Conservación de las aves

La amenaza más crítica que enfrentan las aves es la destrucción y la fragmentación de hábitats.

[13]​ Las enfermedades pueden también haber tenido un rol; la malaria aviar, introducida junto con aves foráneas, causada por el (Plasmodium relictum ) y transmitida por mosquitos, se piensa que sea la causa primaria de muchas extinciones en Hawái.

La caza excesiva ocurrió algunas veces con especies ingenuas no familiarizadas con los humanos, tales como la moa de Nueva Zelanda[15]​ en otros casos fue un nivel industrial de caza el que llevó a la extinción.

La paloma viajera (Ectopistes migratorius) fue una vez la especie de ave más numerosa viviente (posiblemente la más numerosa de todos los tiempos), la caza excesiva redujo hasta la extinción esta especie que antes alcanzaba los mil millones.

[16]​ La presión por la caza puede ser por alimentos, deporte, plumas, o incluso por científicos colectando especímenes de museo.

Entre 1986 y 1988 dos millones de estos psitacidos fueron importadas legalmente sólo a los Estados Unidos.

[5]​ Las aves migratorias son también amenazadas por los edificios muy altos, torres de comunicación, y aerogeneradores; se estima que 440.000 aves cada año mueren de esta causa en Norte América solamente, según la American Bird Conservancy.

El cambio climático global ha incrementado otros eventos catastróficos como huracanes, sequías prolongadas y grandes incendios, que pueden, combinados con otras amenazas, extinguir o dar el impulso final a la extinción de aves con poblaciones concentradas en áreas pequeñas.

La degradación del acervo genético es una amenaza que afecta a las especies de aves con muy escaso número, ya que al disminuir su adaptabilidad a un ambiente cambiante las hace susceptibles aun si han recuperado su número.

La cría en cautiverio, también llamada conservación ex situ, ha sido usada en ciertos casos para salvar especies de la extinción.

[21]​ Las reintroducciones pueden ser muy difíciles y a menudo fallan si se hacen preparaciones insuficientes, dado que las individuos nacidos en cautividad pueden carecer de las destrezas y conocimientos necesarios para la vida en libertad luego de una vida protegida.

[22]​ La introducción de aves criadas en cautiverio pero con pedigrí desconocido impone un riesgo para las poblaciones nativas.

Hay varias razones para realizar esto; La creación de poblaciones secundarias que actúen como seguro contra desastres, o en muchos casos amenazas que enfrentan a la población original en su locación actual.

Una translocación famosa fue la del loro búho o kakapo (Strigops habroptilus) de Nueva Zelanda.

Estos grandes loros que no vuelan eran incapaces de enfrentarse a los predadores introducidos en su hábitat remanente de la Isla Steward, así que fueron trasladados a islas alejadas más pequeñas donde habían sido erradicados los predadores.

Sin embargo, una investigación publicada en la revista Science of The Total Environment encontró resultados opuestos en América Latina.

[27]​ Utilizando modelos de análisis estadístico y controlando factores como la relación evolutiva entre especies, la ciudad y el país, los investigadores descubrieron que, a diferencia de Europa, las aves en América Latina huyen antes en cementerios que en parques urbanos.

La extinción del gorrión costero oscuro ( Ammodramus maritimus nigrescens ) fue causada por la pérdida de hábitat.
Los zorros árticos introducidos en las Islas Aleutianas devastaron poblaciones de alcas ; ; en este caso ha sido apresada una alcita pequeña Aethia pusilla .
Este albatro de ceja negra (Diomedea melanophyrs) ha sido enganchado por un anzuelo en sedal largo (pesca con palangre). Este tipo de pesca amenaza a 19 de 21 especies de albatros, tres de forma crítica.
Este albatro de ceja negra ( Diomedea melanophyrs ) ha sido enganchado por un anzuelo en sedal largo ( pesca con palangre ). Este tipo de pesca amenaza a 19 de 21 especies de albatros , tres de forma crítica.