Constitución española de 1845

Narváez se inclinó finalmente por la opción de la reforma defendida por el grupo liderado por Alejandro Mon y Pedro José Pidal frente al grupo de moderados "puritanos" que defendían su mantenimiento porque su aprobación había sido fruto del consenso entre los dos grandes partidos liberales, moderados y progresistas, lo que les permitiría alternarse en el gobierno sin tener que cambiar de Constitución cada vez que se cambiaba el gobierno.

Así fue como los moderados pudieron aprobar sin ningún tipo de oposición la nueva Constitución hecha a su medida.

[2]​ Solamente el periódico líder del progresismo, El Eco del Comercio, atacó encarnizadamente la elaboración de esta constitución, sobre todo en su "Suplemento", escrito por el gran periodista liberal Félix Mejía; sin embargo, Ramón María Narváez encontró la manera de prohibirlo en 1845.

Además en la Comisión estaba prácticamente todo el Gobierno, por lo que el ejecutivo intervino ostensiblemente.

En el preámbulo se explicita la soberanía compartida, al destacar la voluntad real para dar forma a la Constitución.

Sin embargo, no prohíbe el resto de religiones, aunque tampoco las permite.

Ramón María Narváez