La Constitución rumana de 1938 fue la ley fundamental que estableció el régimen autocrático y monárquico del rey Carlos II de Rumania.
Fue redactada por un profesor universitario, Istrate Micescu, que se basó en las sugerencias del monarca.
Los diputados se elegirían en distritos con un único representante, por voto secreto y obligatorio.
Los distritos se definían para obtener una representación adecuada según la profesión del votante.
La cantidad de candidatos elegidos y escogidos era igual, mientras que las condiciones para ser senador por derecho eran las mismas que se recogían en la Constitución de 1923.