[1] Tras la revolución tunecina de 2011, la constitución, considerada un sostenimiento del régimen debido a su carácter excesivamente presidencial, que daba al jefe de Estado poderes dictatoriales, fue derogada.
Una Asamblea Constituyente fue elegida ese mismo año, y la constitución de 1959 fue reemplazada por la constitución tunecina de 2014.
[2][3] La constitución definía al estado tunecino por primera vez como una república.
El país era un estado independiente, soberano y democrático, con un sistema de gobierno profundamente presidencialista de tres ramas.
Además, la Constitución otorgaba diversas libertades entre los pueblos; Algunos de estos incluyen la libertad de opinión, expresión, prensa y organización, aunque en la práctica estos nunca fueran respetados realmente.