Sus funciones eran regular el comercio y los asuntos marítimos en materia mercantil.
En la fachada principal se conserva una galería loggia plateresca con balaustrada y cinco grandes arcadas.
Hay una capilla gótica anexa al conjunto, modificada en el siglo XVII, con un rosetón renacentista.
En el año 1800 se instaló el Real Consulado de Mar y Tierra.
Se construyeron la escalera elíptica y la sala de juntas con un imponente artesonado.