La idea inicial de doña Leonor era fundar un colegio jesuita.
Tras el establecimiento de la corte en Madrid, el rey Felipe II permutó estas casas (donde se alzaría después la Casa del Tesoro) por otras en la plaza de Santo Domingo, también en Madrid.
Doña Leonor no profesó en el mismo, sino que se retiró a una parte del convento con una o dos criadas.
[3] La primera patrona fue doña Leonor, legando el patronato a su muerte.
[4] El convento se encontraba situado en la costanilla del mismo nombre y era frontero al también desaparecido de convento de Santo Domingo el Real.