El edificio conventual fue construido en la actual plaza de Sant Josep y no se finalizó hasta el año 1631.
Había tres capillas laterales en cada lado con retablos de estilo barroco.
La congregación española se conoce también como Orden de San José, lo que explica la advocación del convento.
Y, por otra parte, la reforma fue protegida por la Corona Española, en aquel momento ostentada por Felipe II.
Las obras para destinar el edificio a oficinas de Hacienda se ejecutaron en 1861.