El convento de Pleterje es el único monasterio cartujo que aún hoy se conserva - y está en activo - en Eslovenia.
En ese año se terminaron también las construcciones básicas del convento y su capilla.
Diez años después acabaron la iglesia grande, que pasó a pertenecer al convento.
Desde aquel entonces la historia europea se ve condicionada por las invasiones de los turcos, que llegaron hasta tierras eslovenas, desolándolo todo.
Los padres y los hermanos no tienen demasiadas obligaciones, porque su voluntad es encontrar una manera propia de acercar su alma a Dios.