Convento de los Capuchinos (Sevilla)

La tradición dice que en esta ermita se encontraban enterrados los restos de estas santas.

En el siglo XVII la ermita de las Santas Justa y Rufina estaba regentada por una hermandad, que la donó a los capuchinos.

Estos se instalaron en la casa de al lado y usaron aquella ermita como templo.

Como el otro no se fundó, con estos fondos, los frailes construyeron su nuevo convento.

Solamente se quedaron en Sevilla tres, que fueron incautados por el mariscal Soult, aunque luego fueron devueltos.

[5]​ Todos los cuadros volvieron al convento, salvo los de San Miguel y la Santa Faz.

A la iglesia se le añadieron dos capillas en los laterales, que contaron con la ayuda económica del Cabildo Catedralicio por lo que, en agradecimiento, el convento donó a la catedral el cuadro del Santo Ángel de la Guarda.

[4]​ La escultura fue trasladada en 1705 a la Iglesia de Santa Marina, donde situó su sede la hermandad que la tenía como titular.

Esta hermandad conserva el primer cuadro y la primera escultura de la Divina Pastora.

[5]​[10]​[11]​ En el convento se encuentra un cuadro de la Divina Pastora realizado por Domingo Martínez hacia 1745.

[12]​ La iglesia conventual conserva una escultura de la Divina Pastora realizada por José Fernández Guerrero en 1822.

A ambos lados del presbiterio hay dos ángeles lampadarios de autor anónimo.

Este retablo alberga reliquias del beato, entre las que están su sombrero y libros.

[13]​ También hay un retablo con San Félix ofreciendo al Niño Jesús a la Virgen (anónimo, siglo XIX).

Fachada de la iglesia de la Divina Pastora
Convento de los Capuchinos, iglesia de San Hermegildo y murallas de Sevilla . 1831. Richard Ford