El actual convento se encuentra en la rúa Morais e Vale.
En el edificio histórico fue donde murió la Reina de Portugal María I en 1816.
En el convento también se instaló el Real Gabinete de Física y el depósito del Palácio.
Se construyó un pasadizo uniendo el convento al Paço Imperial, que en esa época pasó a ser un Palacio Real.
En 1906, la fachada del convento fue redecorada en estilo ecléctico, cambios que fueron retirados en 1960 cuando el edificio fue restaurado y declarado como patrimonio histórico por el IPHAN.