El campeón se clasifica para la Copa Ronchetti 1988-89.
Y no solo por lo apretado del marcador, las interrupciones y los nervios finales de un equipo gallego que dejó escapar ante su afición una final en la que había ido por delante casi todo el tiempo.
Se llegó al intermedio con 26–31 para el Arjeriz y en ese momento la policía ordenó desalojar el pabellón.
Cuentan las crónicas que la acción se llevó a cabo con gran civismo por parte del público, aunque no aclara si el respetable había sido convenientemente informado de la razón del desalojo.
Cuando se comprobó que no había bomba, vuelta del público a la grada y de las catalanas a su habitual cita con el título copero.