Tienen espinas en su mayoría rectas y curvadas hacia arriba, de color negruzco a pardo.
Tienen numerosas escamas cerca del ápice y miden hasta 1,5 cm de diámetro.
La primera descripción de esta especie fue como Echinocactus echinoides, publicada en 1845 por los botánicos Charles Lemaire y Joseph zu Salm-Reifferscheidt-Dyck en la revista científica Allgemeine Gartenzeitung 13: 386.
[4] Posteriormente, los botánicos estadounidenses Nathaniel Lord Britton y Joseph Nelson Rose colocaron la especie en el género Copiapoa, pasando a llamarse Copiapoa echinoides y anotando estos cambios en el libro The Cactaceae; descriptions and illustrations of plants of the cactus family 3: 88 en el año 1922.
[8] Las principales amenazas que sufre la especie se deben al deterioro del hábitat por efecto de la disminución en las precipitaciones por el cambio climático, la recolección ilegal para las colecciones internacionales, la construcción de caminos y la minería.