[1] La coppia ferrarese está estrechamente ligada a la cultura y la historia de la ciudad de Ferrara, donde ya en 1287, los estatutos municipales requerían que los panaderos hicieran pan «festoneado».
A finales del siglo xvii en Ferrara, la coppia se convierte oficialmente en una especialidad y el refinamiento de los panaderos ferrareses es evocado por Antonio Frizzi en su libro Memorie per la storia di Ferrara.
[2] La protección IGP abarca toda la provincia de Ferrara,[3] y está administrada por la Associazione Pane Ferrarese.
Al ser un sello IGP, su producción debe ser artesanal y siguiendo unos procesos regulados por ley.
Todos los porcentajes están regulados: 6% para la manteca, 4% el aceite de oliva y 10% levadura.