A estas cuatro tribus se las llama abejas corbiculadas.
[1][2] La corbícula es un órgano más especializado que la escopa, la cual también sirve para transportar polen y que se encuentra en las patas o el abdomen de la mayoría de las especies de abejas.
La abeja humedece sus patas delanteras con la larga lengua y cepilla el polen que ha recolectado en su cabeza, cuerpo, y primer y segundo par de patas, transfiriéndolo al último par de patas.
La abeja usa miel o néctar para humedecer el seco polen y así mejorar su adhesión.
El color del polen recolectado puede servir para identificar su origen.