Cordal (instrumento musical)

Consiste de una pieza (un solo cuerpo) cuyo tamaño y forma varía de acuerdo al tamaño general o particular del instrumento, la cantidad y material de las cuerdas (debido a la tensión que estas requieran), y al propio diseño original del instrumento.

Su parte inferior —base más angosta— se ancla al cuerpo amarrándolo al "botón" del instrumento (situado sobre la faja y en el extremo opuesto donde se une el mástil) por medio de un "tirante" (cuerda o cable) que se enlaza al cordal por una ranura de éste; una mala regulación del tirante perjudicará gravemente el sonido y/o afinación del instrumento.

[1]​ En su parte superior tiene unas ranuras separadas entre sí y dispuestas equidistantes, en donde se atan las cuerdas directamente: las separaciones de dichas ranuras pueden llegar a determinar a su vez la distancia entre las ranuras del puente, cuya regulación es fundamental para facilitar una correcta ejecución del instrumento en cuestión.

[2]​ El dispositivo completo "flota" sin tocar el cuerpo del instrumento, permitiendo que éste pueda resonar libremente.

En la guitarra, el charango y el laúd, pierde su independencia formando una unidad con el puente.