El territorio es mayormente rocoso, en la llanura se encuentra el centro de la ciudad.
En el 2017 Coreca se divide en los siguientes barrios (en italiano contrade): En la antigüedad, cuando llegaron los primeros colonos griegos corintos, llamaron al lugar Κόρακας (Korakas), que significa 'lugar de los cuervos' debido a la exuberante vegetación que les recordó a corintoo y la gran cantidad de cuervos.
En la región no había asentamiento humano autónomo, sino una especie de escala con un pequeño puerto, llamado Ager Caricum e incluido en algunos mapas hasta principios del siglo XVIII.
El lugar ha sido un punto importante de observación durante los siglos, pero no se ha desarrollado debido a la cercana Amantea y las ciudades de las colinas cercanas como Aiello Calabro y Lago.
En los años sesenta, gracias a la bonanza económica y la reactivación de la economía italiana, Coreca se convirtió en un destino turístico para los aficionados de radio.
Desde 2013 la región ha comenzado una fase de crecimiento y renovación gracias, entre otros, a asociaciones culturales locales.
Muy importantes en el área, primero fueron las minas de hierro de la antigua Temesa, luego durante la Segunda Guerra Mundial como refugio para los residentes locales y para los soldados angloamericanos que los usaban como almacenes.