Corecom

Si bien los productos allí ofrecidos con frecuencia tenían precios inferiores a los de Europa Occidental, seguían siendo inaccesibles para la mayoría de los búlgaros porque su moneda nacional, el lev búlgaro, no era aceptada en los negocios.

Además de los diplomáticos occidentales y otros eventuales visitantes extranjeros, el acceso a divisas fuertes era un privilegio de la dirigencia o nomenklatura del Partido Comunista total (la cual, análogamente a lo que sucedía en la entonces Unión Soviética, tan sólo representaba a un bastante pequeño porcentaje de la población total del país), además de unas pocas otras personas que eran oficialmente autorizados para viajar al extranjero y realizar negocios con occidentales.

Cualquier persona que comprase bienes en un local de Korecom pero que no estuviese formalmente autorizado para poseer divisas fuertes extranjeras se encontraba en riesgo de ser investigado por las autoridades.

:[2]​ bebidas alcohólicas o espirituosas importadas (como por ejemplo el whisky escocés), tabaco extranjero (como los cigarrillos de la mundialmente conocida marca Marlboro), electrónica de consumo (tales como videocaseteras y videocámaras), cosméticos, ropa en general, revistas extranjeras, juguetes e incluso algunos dulces como los huevos de chocolate de origen italiano Kinder Sorpresa, los cuales en su época eran conocidos como Корекомски яйца (transliterado como Korekomski yaitsa, “huevos Corecom”).

También se ofrecían algunos productos búlgaros que estaban exclusivamente destinados a la exportación o que comúnmente requerían la firma de largas listas de espera.