- † 1545 o 1560)[1] fue príncipe-obispo de Lieja desde 1538 hasta su dimisión en 1544.
[2] Carlos V quería asentar su autoridad en Lieja proponiendo a Cornelio como coadjutor, lo que el capítulo, muy afecto de sus prerrogativas sólo aceptó después de largas negociaciones.
La persecución de los disidentes religiosos fue cruel y sin merced: en la primera oleada cuatro hombres fueron quemados, y diez mujeres fueron ahogadas en nombre del amor de Cristo.
Su política sectaria e intolerante no dejó recuerdos positivos en la memoria colectiva de los liejanos.
El lugar y la fecha de su muerte no están muy claros.