[1][2][3] Las primeras representaciones de rituales y ceremonias relativas a la subida al trono pueden encontrarse en objetos del reinado del rey predinástico Horus Escorpión II, alrededor del año 3100 a. C. En esta época, el relevo entre los gobernantes puede haber estado marcado por guerras e invasiones de los protorreinos egipcios vecinos.
A partir del rey Narmer, fundador de la Dinastía I, las guerras entre los protorreinos egipcios pueden haber sido sustituidas por ceremonias y festivales simbólicos.
Las ceremonias más importantes eran: Esta ceremonia puede que estuviera relacionada con el tradicional «matar al enemigo» de los tiempos predinásticos, un ritual en el que el líder del reino derrotado era golpeado con una maza ceremonial por el rey victorioso.
Según las leyendas, las «Murallas Blancas» (Ineb-hedy), hoy Menfis, fueron erigidas por el mítico rey Menes como sede central del gobierno de Egipto.
Algunos reyes afirmaron haber celebrado un Heb Sed, a pesar de las evidencias arqueológicas que demuestran que no gobernaron durante 30 años, como Adyib (Dinastía I) y Akenatón (Dinastía XVIII).
Ya se menciona en objetos predinásticos y a menudo en placas de marfil pertenecientes a los reyes Horus Escorpión II, Narmer, Aha y Dyer.
Nunca se llevó a cabo de forma tangible, en la práctica, sino que se representó por medio de pequeñas figurillas que representaban al rey como un niño desnudo y pequeño amamantándose sentado en el regazo de la diosa Isis, una representación que puede haber sido creada para demostrar la naturaleza divina del faraón.
Imágenes faraónicas posteriores muestran al rey como un joven siendo amamantado por el árbol ished.