Corres

Los castellanos se apoderaron varias veces de ella hasta incorporarla definitivamente a su reino en el siglo XIII.

La antigua fortaleza, cuyos restos aún subsisten, se halla situada cerca del límite con Antoñana, junto al río Izquiz, sobre una gran roca vertical.

Perteneció esta villa luego al marquesado de Valmediano, que tenía derecho a nombrar el alcalde mayor.

Hacia mediados del siglo XIX, el lugar, por entonces con ayuntamiento propio, tenía contabilizada una población de 88 habitantes.

En los últimos años los habitantes de este concejo han intentado promover y reavivar la vida en los pequeños pueblos, así como la conservación del patrimonio cultural.