Cracinae

Los machos producen un zumbido de muy baja frecuencia, que es su canto territorial.

Construyen su nido en depresiones del suelo al que luego cubre con bejucos, ramitas y plumas o a unos tres a seis metros en un árbol haciendo un colchón de hojas y ramas con una depresión en el centro.

Se adaptan al cautiverio pero raramente llegan a reproducirse en tal condición.

Están amenazados principalmente por la destrucción de su hábitat y también por la caza en exceso o indiscriminada.

Como especie de bosque primario son principalmente susceptibles a la perturbación humana.