Crisis de las tijeras

Del mismo modo que las dos hojas de una tijera, los precios de los bienes industriales y agrícolas divergieron, alcanzando la máxima diferencia en 1923 cuando los precios industriales llegaron a ser nada más y nada menos que un 276% más altos que en 1913 mientras que los bienes agrícolas "solo" o "únicamente" aumentaron un 89%.

La crisis se debió a que la producción agrícola había aumentado mucho desde la hambruna rusa de 1921-1922 y la propia Guerra civil rusa, pero la industria necesitó más tiempo para recuperarse debido a la necesidad de reconstruir las infraestructuras.

El problema solo se acabó solucionando a partir de la intervención económica directa del entonces joven régimen comunista soviético en particular.

Para finalizar, como resultado de estas medidas en especial el desequilibrio comenzó a disminuir.

En el mes de abril de 1924 los precios agrícolas aumentaron un 92 % con respecto a 1913, mientras que los precios industriales terminaron descendiendo en nada menos que en un 131%.