La crisis financiera de México en 2008 afectó el nivel de cambio del moneda nacional, frente a las principales divisas extranjeras.
[7] Este comportamiento tiene que ver con la gran incertidumbre financiera mundial y las crecientes necesidades de liquidez de diversas instituciones para poder cumplir con sus compromisos financieros.
Lo primero ha llevado a que los grandes inversionistas mundiales busquen deshacerse de sus activos en otros países y traten de convertir esos recursos de moneda local a dólares.
Es por ello que no es casual que las bolsas de valores que más han sido afectadas en las últimas semanas sean las de países como Rusia y Brasil, las cuales habían recibido grandes inyecciones de recursos provenientes de inversionistas estadounidenses.
[10] Según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, el poder adquisitivo de la población cayó significativamente en octubre, pues los salarios contractuales nominales estuvieron 1.59% por debajo de la inflación.