Podemos observarlo formando incrustaciones en la roca, en masas estalactíticas o bien rellenando vetas, con un intenso color verde brillante a azulado.
Los ejemplares de mayor pureza, una vez pulidos llegan a ser piedras ornamentales muy apreciadas.
Entre los lugares con mayores depósitos de Crisocola localizados se encuentran Israel, República Democrática del Congo, Chile, Cornualles en Inglaterra, y Arizona, Utah, Idaho, Perú, Nuevo México y Pensilvania en los Estados Unidos.
Su nombre proviene del griego chrysos, "oro", y kolla, "pegamento", en alusión al nombre del material que usaban para soldar el oro en la antigua Grecia.
Los primeras crónicas que hablan de su uso lo datan en torno al año 315 a. C. Teofrasto alude a la crisocola como elemento para soldar el oro.