Cristóbal de la Cueva y Villavicencio

Pronto marchó al servicio del emperador Carlos I de España, siendo su paje.

Si bien se desconocen las actividades que llevó a cabo en estos primeros años americanos, en 1532 la corona expendió otra carta de recomendación dirigida a Pedro de Alvarado, para que lo acogiese en su milicia.

La labor era compleja, especialmente si se tiene en cuenta la fiereza de la población autóctona.

Poco después contrajo matrimonio con su primera esposa, momento tras el cual decidió volver a España.

Participó en el conflicto que enfrentó a Carlos V con Francia y acabó en 1544 con la Paz de Crépy.