Debido a la fuerte y arraigada tradición musulmana de este grupo étnico, la conversión religiosa ha sido baja.
Se estima que entre un 1-2% de la población total de los fulanis profesan otra religión distinta al islam o alguna espiritualidad sincrética con una fuerte influencia islámica, por lo que en este sentido, son una minoría religiosa.
[1] Es por esta razón principalmente, que los intentos por evangelizar a estas tribus, ha sido infructoso.
En algunos casos, la celebración de matrimonios interreligiosos han permitido que la pareja fula se convierta por opción al cristianismo profesado por su cónyuge, no exentos de discriminación religiosa y rechazo por sus pares por esto.
Los cristianos fula sufren persecución religiosa principalmente por parte del extremismo islámico,[4] en su mayoría yihadistas fulani vinculados a Boko Haram y dedicados al pastoreo de ganado, la actividad tradicional principal de este pueblo históricamente nómade.