Cristo de San Juan de Ortega (Burgos)

Aunque corresponde al románico, es una figura que evoluciona hacia el naturalismo, mostrando las marcas de la Pasión con huellas de sangre y abultamiento de vientre.

Representa a un cristo muerto, con ojos cerrados y cabeza inclinada.

La cara tiene un tratamiento especial, con el ceño fruncido y los pómulos muy salientes que contribuyen a señalar un aspecto dramático.

Le faltan los brazos (desde tiempos antiguos) y la cruz que le serviría de soporte.

Este cristo de marfil se ha identificado con la descripción que de él hizo el Padre Flórez, historiador del siglo XVIII, en su obra España Sagrada donde entre otras cosas menciona la pérdida de los dos brazos de la imagen.