Cronómetro ferroviario

[1]​ Estas normas se generalizaron y se volvieron más específicas con el paso del tiempo, y algunos relojes que en un momento anterior eran "estándar para los ferrocarriles" acabaron quedando obsoletos a medida que mejoraba la tecnología.

Sin embargo, no existía una definición absoluta y universal que se utilizara en las diferentes líneas ferroviarias.

En los Estados Unidos, la American Railway Association celebró una reunión en 1887, que dio como resultado un conjunto bastante estandarizado de requisitos,[2]​ pero no todos los ferrocarriles los adoptaron.

Para la Segunda Guerra Mundial, muchos ferrocarriles exigían relojes que fueran de una calidad mucho más alta que los fabricados para cumplir con el estándar original de 1891.

Se utilizó la asesoría del servicio de Señales Horarias del Observatorio Naval de los Estados Unidos para garantizar la precisión de los cronómetros ferroviarios y para programar las condiciones horarias del transporte ferroviario estadounidense.

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