[1] Consiste en preparar un largo collar lleno de caramelos, golosinas y bombones.
[2][3] Se desconocen los orígenes concretos de esta tradición y no se han llevado a cabo estudios para tal fin.
Según algunas fuentes,[2][4] esta costumbre comenzó en las montañas de León, pero no hay documentación que sostenga tal teoría.
[1] Antiguamente, la cuelga se preparaba con una cuerda de cáñamo, habitual en las casas para cualquier menester.
En esa cuerda se ataban los dulces, como roscas caseras, o frutos de temporada, como castañas, avellanas o manzanas.