Enrique López Albújar nació en Chiclayo, pero vivió su infancia en Piura y su juventud en Lima.
[6] En esos relatos impera la violencia, algunas veces a un extremo muy sangriento, como en «Ushanan-jampi» y «El campeón de la muerte».
[7] Luis Alberto Sánchez reprocha también al autor el hecho de tener solo como referentes a indígenas acusados de delitos, lo que, según él, sería una mala escuela para conocer a una raza o una clase social.
[8] Mario Vargas Llosa comparte esas opiniones y describe al libro como «un impresionante catálogo de depravaciones sexuales y furores homicidas del indio»; sin embargo, se equivoca en lo primero, pues en el libro no hay relatos de actos sexuales.
[4] En torno a la ciudad de Huánuco existen tres cerros o jircas: Marabamba, Rondos y Paucarbamba.
Al verse rodeado, Pillco-Rumi implora desesperadamente la ayuda del dios Pachacámac; este interviene matando a los pretendientes y convirtiéndoles en cerros.
Liberato jura vengar la muerte de su hija y contrata a un excelente tirador o illapaco, llamado Juan Jorge.
[11] Trata la historia trágica de un ladrón incorregible llamado Cunce Maille, quien por tercera vez es descubierto robando ganado.
Pero los yayas le recuerdan que no podía hacer justicia con sus propias manos y lo sentencian a no regresar jamás a su tierra natal; caso contrario se le aplicaría la ley del Ushanan-jampi (el último remedio), es decir, la pena de muerte, aplicada en casos graves de reincidencia.
Pero el terco Cunce Maille, desobedeciendo las leyes de su pueblo, regresa, pues siente mucho cariño por su tierra y por su madre.
Sin embargo, los demás indios se habían ya acercado y entre todos logran someter a Maille, dándole una puñalada en la espalda y una pedrada en el pecho, que lo derriba, sin importarles la presencia de su madre, que rogaba por la vida de su hijo.
Pero cuando las cosas estaban en equilibrio, el chileno, cobarde por naturaleza, tenía siempre las de perder.
Después de mucha discusión, los indios aceptan y se preparan para atacar a los invasores.
La memoria colectiva siempre le tuvo presente como el hombre de la bandera.
Pero en su ausencia había ocurrido la muerte de su padre, según lo relatado en el cuento «Ushanan-jampi», y tampoco encuentra a su abuela Nastasia.
Los pobladores, debido a la mala fama de su padre, no quieren tener trato con él y lo desprecian.
Dolido, Juan Maille decide irse, y para evitarse problemas similares, cambia su apellido por el de Aponte.
Se oyen balas; una de ellas le cae a Juan en el pecho, matándolo.