Tiene un tamaño no muy amplio, con paredes arcillosas y con galerías que se interseccionan.
Aunque no tiene un yacimiento arqueológico reconocido, la cavidad cuenta con algunas pinturas de arte rupestre.
Hay una gran sala que tiene grabados de tipo macarroni, entre los cuales se identifican figuras como un caballo y otras que son signos sin descifrar.
Por su estilo pertenecerían a la época Auriñaciense o Gravetiense.
Está cerrada al público general, y solo se permite la entrada a especialistas.