Cueva de Noisetier
Durante las excavaciones sistemáticas realizadas desde 1992 se descubrieron herramientas de piedra del Paleolítico Medio y artefactos atribuidos a la cultura musteriense neandertal, entre numerosos restos de fauna.
En 1992 y 1993 se llevaron a cabo dos sesiones de campo para evaluar la importancia arqueológica del yacimiento y determinar las medidas de protección adecuadas.
[6] En 2004 se inició otra excavación de investigación interdisciplinar en el yacimiento, que dio lugar a una serie de nuevos descubrimientos, en algunos casos resultados contrarios a los anteriores.
El sílex, tal y como se encuentra en los sedimentos culturales, está ausente de forma natural en el entorno inmediato y debe haber sido importado de varias fuentes.
Los dientes y huesos de dhole (Cuon alpinus) son los más numerosos entre los carnívoros.
Los dientes de leche sugieren que Cuon alpinus albergó a sus crías en el yacimiento.
Un estudio de 2013 concluyó que los dholes contribuyeron a la composición actual de los fósiles animales, aunque se sigue debatiendo hasta qué punto.
[2] Los estudios sobre la microfauna, muy abundante y relativamente homogénea en toda la secuencia, además de confirmar el clima interglaciar durante la secuencia estratigráfica, han aportado un conjunto independiente de descubrimientos.
Lo mismo ocurre con otras especies, como Pliomys y Allocricetus, que se creían extinguidas durante el Eemiense.
Otro ejemplo es la víbora europea (Vipera berus), que evolucionó hacia la víbora Baskian y ocupa actualmente la región cantábrica, y el desmán de los Pirineos (Galemys pyrenaïcus), hallado en forma fósil en el yacimiento.
El topillo acuático europeo (Arvicola terrestris) conservó un enclave local, mientras que el resto de la población se orientó hacia Asia.
Según los rasgos morfológicos y métricos, estos dientes encajan en la variabilidad del Neandertal.
¿Cuáles eran las razones por las que los grupos neandertales querían frecuentar el medio montañoso?
