[1] El sitio recibió su nombre porque se decía que dentro de ella había varias momias.
Descubrió varios sitios, entre ellos la Cueva del Garabato, conocida actualmente como las Cuarenta Casas.
[3] Posteriormente, varios antropólogos y arqueólogos exploraron someramente la región, concentrándose sobre todo en los alrededores de cuarenta Casas.
[4] En uno de los cañones laterales al río Papigochi, hacia el suroeste de Ciudad Madera, se encuentra un conjunto que fue habitado por comunidades antiguas que construyeron casas en las cuevas y los abrigos rocosos.
Estos sitios son tan seguros que hasta la fecha se encuentran prácticamente intactos.
[3] Se encuentra a media ladera del cañón en una pared casi vertical.
Frente a la cueva de la Puerta, al otro lado del cañón, existe otra cavidad con casas, es más pequeña con solo tres recintos, pero muy bien conservados.
[3] Grupos humanos cazadores-recolectores llegaron a la región desde el norte, probablemente Mogollón, Anasazi o Hohokam,[6] siguiendo la Sierra Madre Occidental; utilizaron vegetales, aprovecharon las especies animales menores, como los guajolotes; ocuparon la sierra y gradualmente se dispersaron a lo largo de los ríos, dando lugar a la Cultura Paquimé o de Casas Grandes, cuyos primeros pobladores fueron recolectores en proceso de sedentarización.
Los constructores del sitio debieron ser aldeanos que además de aprovechar intensamente el medio ambiente, como puede verse en los vestigios localizados en los recintos, cultivaron el maíz, calabaza y frijol, para ello establecieron un sistema de aprovechamiento comunal.
La región cultural del norte es conocida en México como Gran Chichimeca, y en Estados Unidos se le llama Suroeste Americano.
[9] La cueva está al pie de un acantilado vertical y desde su entrada se tiene una excelente vista.
La cavidad consta de dos niveles, y en ambos se encuentran numerosos vestigios arqueológicos.
En este hay una amplia ventana desde la cual se disfruta de una hermosa vista del cañón.
Actualmente la momia se encuentra en el Museo del Capitán Leal, en la ciudad Madera.
Vasijas hermosamente decoradas con figuras geométricas al Estilo Paquimé fueron destrozadas para encontrar los tesoros supuestamente escondidos en ellas.
[1] Por suerte, este ejemplar fue recuperado casi intacto, para ser enviado a buen resguardo y así poder efectuar estudios posteriores que revelen usos y costumbres de quienes llegaron hace miles de años.