Se eleva de manera espectacular 600 m por encima del terreno circundante y su cumbre se encuentra a 4500 m por encima del nivel del mar y puede ser divisada desde distintos puntos de la provincia hasta 10 km de distancia.
Se cree que el cerro tuvo preponderancia cultural y religiosa durante el desarrollo de las etnias locales.
De acuerdo a naracciones locales, durante la Conquista del Perú, cuando los españoles llegaron a Chacas, no hallaron tesoros importantes que saquear de las poblaciones nativas.
Los nativos alegaban que caminando en línea recta desde aquella puerta se ubicaría el acceso a la cueva con los tesoros en Cuncashgaga.
La leyenda tomó tal relevancia que muchos aventureros y mineros se suspendieron en la pared vertical en busca de algún filón o galería.